Miró por la ventana, seguía lloviendo, era esa lluvia de
primavera que tanto disfrutaba en otro momento, pero los tiempos estaban
cambiando para él. Estaba sentado melancólico, pensando que hacer esa noche, ya
era pasada la medianoche, pero no podía dormir, a pesar de que tenía que
trabajar al otro día, sabía que esa iba a ser una larga noche. Fue hasta la
cocina, pensó en tomar una cerveza, pero prefirió tomar esa última botella de
refresco, ahí sintió que necesitaba salir, cerró la puerta de la heladera y
pasó por su escritorio, tomó las llaves del auto, la caja de cigarros, vio que tenía
pocos, por lo que saco del cajón una caja, por si acaso.
Bajo la escalera de su apartamento y fue hasta el taller
que estaba debajo, la lluvia parecía disminuir en su intensidad, abrió la
puerta del garaje, se sentó en su auto, el asiento de conductor de su
Volskwagen Golf GTI siempre le hacía sentir que era su lugar seguro.
Salió conduciendo suave por la ciudad, sin un rumbo fijo,
sonaba en la radio una lista que siempre tenía lista para acompañarlo mientras
manejaba. Siempre que salía a manejar sin sentido, terminaba pasando por esa
esquina, el semáforo estaba en rojo por lo que pudo mirar un poco a su
alrededor, vio ese lugar en particular, el recuerdo seguía ahí, el dolor estaba
más presente, una lagrima corrió por su mejilla, pero rápidamente tuvo que
prestar atención, porque la luz había cambiado a verde, puso primera, piso el
acelerador y salió.
Paró a buscar otro refresco, y mientras miró sus redes
por costumbre, noto que ella estaba en línea, y decidió escribirle. “Estoy a la
vuelta, sale algo a esta hora”, la respuesta fue “si, pásame a buscar, te
espero abajo”. No paso mucho tiempo desde la respuesta hasta que estaba estacionado
frente a la puerta de su edificio, ahí estaba ella esperando, bajo un pequeño
techo protegiéndose de la lluvia, corrió hasta el auto y se subió. Un poco
mojada lo miró y le sonrió antes de darle un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario