martes, 26 de abril de 2011

CAPITULO 9, CUENTAS PENDIENTES

Había pasado más de un año desde que Enzo se fue, ya estaba establecido, cuando decidió juntar algo de dinero y darse una vuelta por sus pagos. El sabia que tan largo podía ser el viaje y cuan aburrido, pero estaba decidido a hacerlo, el viaje realmente justificaba para estar una semana con la gente que había crecido.
Cuando decidió hacer el viaje solo se lo comunico a dos personas, a David y a su madre, que seguramente se lo haría saber al resto de la familia, pero lo que mas le importaba a el era que Lucia no se enterara de que él iba de visita, quería sorprenderla especialmente a ella.
Aprovechando que en verano hacia mucho calor y que justamente en esta estación de año todos sus conocidos podían tener vacaciones.
Fue un domingo a medio día que emprendió el viaje, sabía que tenía más de un día de viaje, pero lo bueno que la mayoría de ese viaje seria por la noche, así que no tenia como aburrirse, esos días salió con Luz, por lo que llego algo cansado a tomar el bus.
El viaje fue normal, sin sobresaltos, bastante normal para lo que él esperaba, durmió mucho lo que hizo de su viaje algo corto.
Llego a su ciudad en la tardecita, su padre lo estaba esperando en la agencia de bus, en su casa su madre lo esperaba con mate y biscochos. Hacía mucho que no los veía, tenían mucho de que hablar, muchas cosas que contarse, pero como era de esperar David no demoro mucho en caer por ahí, siguieron con el mate hasta que se termino el agua del termo y ahí Enzo no tuvo opción ante la imposición de su amigo a salir, no tenían tiempo que perder, habían pasado muchas cosas en la ciudad y David no podía esperar ni un segundo en contarle y mostrarle todo lo que pasaba.
Enzo se extrañaba con casi todo, era un turista en la ciudad que lo había visto crecer. Decidieron parar en la plaza, dejar la moto estacionada y caminar un poco, enseguida se encontraron con un grupo de amigos, Enzo los abrazo a todos, pregunto por sus vidas, hasta se sorprendió del estado de situación sentimental de más de uno, mientras estaba entre risas con sus amigos dando la espalda a la calle, la sorpresa mayúscula se hizo presente. Lucia había sido alertada por David de la presencia de Enzo en ese lugar, por cuando llego a donde estaba el, se acerco sigilosamente por la espalda y le tapo los ojos, el no necesito escuchar el “¿Quién soy”, en tono jocoso que le dijo ella, para darse cuenta de quien era. Apenas las manos de Lucia tocaron la cara de Enzo, el sintió como el mundo se paralizo unos segundos, conocía esa sensación, la suavidad en las manos de ella era algo que no se le podía olvidar por más que pasara el tiempo. Desde el punto exactos que las manos de ella hicieron contacto con la cara de el y a través de toda su espalda algo frio le corrió, una sensación a la primera vez que la vio, desde que decidió hacer ese viaje estaba esperando el momento exacto en que eso pasara, no podía razonar, no podía pensar, su corazón se detuvo, se dio vuelta como si el tiempo demorara una eternidad, un millón de pensamientos cruzaron por su cabeza, hasta que la vio, la miro a los ojos y ella salto a abrazarlo, ambos sonrieron y sintieron que el pasado, ambos sintieron que el abrazo duro una eternidad, como si el tiempo no hubiera pasado para ellos dos. Ella se sentó donde estaban, para él fue evidente que no fue casualidad que ella apareciera, se pusieron a conversar, el grupo era grande y no entraron en detalles. Se pasaron la mayor parte del tiempo interrogando a Enzo sobre su vida, no pudo esconder detalles.
Cuando ya era tarde y la mayoría se había ido, Lucia y Enzo empezaron a conversar más directamente sobre la vida de ella principalmente ya que de la de él no había parado de hablar. Quedaron solamente David, su novia que seguía siendo la mejor amiga de Lucia, ella misma y Enzo, cuando David le dijo a su novia para irse, y Lucia y Enzo quedaron solos sentados en una ya casi desértica plaza, en el mas solitario banco de la misma. Tenían tanto de que hablar que no paraban, hablaban de todo pero ninguno incluyo sus relaciones, no querían arruinar el momento. Salieron caminando rumbo a la casa de Lucia, como hace mucho tiempo que no lo hacían, caminaron como si el tiempo no hubiera pasado, sus manos se tocaron una y otra vez. Ella lo miraba como no pudiendo creer que lo tenía. Él mientras tanto tenía mucho de qué hablar mucho que contarle, mucho que ella quería escuchar. Por momentos parecían aquella pareja de ya hacia tanto tiempo.
En un momento a raíz de un comentario que ella hizo Enzo la abrazo, la reacción de ella fue quedarse bajo su brazo, intentar acomodar la cabeza en el hombro de el cómo lo hacía cuando eran novios, el noto eso y la dejo, se sintió bien no dudo en dejarla ahí, ya quedaban dos cuadras para llegar a la casa de ella y así siguieron hasta, que cuando llegaron a la casa de ella ya casi sin decir tanto, prácticamente en silencio se sentaron en el cordón de la vereda y conversaron un poco mas serio, se dijeron cuanto se extrañaban y cuanta falta le hacía el uno al el otro. Cuando se pararon ella fue a entrar a su casa, se despidió con un beso y mientras el caminaba de vuelta a su casa ella se quedo mirándolo antes de cerrar la puerta. Se contuvieron de mandarse algún mensaje después de todo ya no eran novios, solo amigos.
Cuando Enzo llego a su casa llamo a Luz para saber que era de su vida y contarle algunas cosas que le habían pasado. Hablaron unos minutos y después se conectaron vía internet para seguir conversando de varias cosas, mientras el estaba distraído con su novia, de pronto fue Lucia la que le escribió, lo sorprendió y fue otro flashback, se despidió de Luz pues ella se iba a acostar temprano y siguió hablando con Lucia, no se detenían los temas surgían uno tras otro, se decían cosas, chistes hasta algún piropo de parte de él, ella no se los negaba, volvieron a hablar como si el mundo no importara y fueran ellos dos solamente, como ambos estaban de vacaciones no repararon en el reloj, no hasta que a Lucia le dio sueño y se despidió, no sin antes comprometer a Enzo de juntarse nuevamente al otro día.

Mientras ya era otro día por la tarde, David tuvo la idea de irse el viernes todos para la playa por el fin de semana, a nadie disgustó la idea. Enzo fue el principal patrocinador de la idea de su amigo, ya eran tres los que irían, Enzo miro a Lucia y le dijo, “vos no me podes fallar”. Ella lo miro y afirmo, se fueron sumando y armando el viaje. Uno de los que llego tenia camioneta y enseguida la puso a disposición, además estaría el auto de David donde podrían ir algunos mas, como tres debían trabajar el sábado en la mañana siendo la intención irse el viernes, se separaron en grupos, el primero iría el viernes para armar todo mientras que el segundo saldría el sábado a mediodía yendo dos en moto y el tercero lo haría a dedo o en bus. Quedo todo planeado, quien llevaría que cosa, a donde irían, era martes y tenían hasta el jueves para terminar los detalles, ya que se fijo inamoviblemente la hora de salida para el viernes a las 7 de la mañana, para salir a las 8, ya que nunca se respetaba la hora de salida. David y su novia serian otra vez, como siempre, quienes se encargarían de organizar todo y ajustar los detalles para no tener problemas después.
Mientras por segunda noche consecutiva Enzo volvió a acompañar a Lucia a su casa, la charla tomo un giro raro después de un comentario de ella.
-Esto me trae recuerdos. Comento Lucia
-¿Si?, ¿de qué? Respondió el sabiendo a que se refería ella.
-De cuando estábamos juntos y vos me acompañabas siempre, me gusta que lo volvamos a hacer.
Lo que vino después fue una avalancha de recuerdos de su tiempo juntos, de cuantos que hacían referencia a la falta de uno o el otro en ciertos momentos. Ella remarco la falta que le hizo él cuando tuvo que dar su primer examen en facultad, a pesar de hablar por chat la ausencia física se hizo muy importante, el tubo situaciones parecidas, y menciono que a pesar de tener a Luz, que era un gran soporte para él, la necesidad de estar con ella era muy fuerte para él.
Con ese clima de conversación ya el fuego se estaba volviendo a calentar entre ellos, cuando se fueron a despedir, el tomo su cara y la beso, ella no se resistió, solo siguió rodeándolo con su brazos para no soltarlo, estuvieron así algunos minutos frente a la puerta de la casa de ella, cuando se separaron sus cuerpos, ella se metió casi corriendo, mientras que el se quedo contemplando la puerta algunos minutos antes de salir para su casa. Al llegar a su casa Enzo, se conecto al chat, Lucia lo estaba esperando y hablaron por un par de horas respecto a lo que había pasado, ambos lo vieron venir, pero ninguno de los dos quiso detenerlo, tampoco querían que eso pasara como un hecho nada mas, sabían muy bien que algo significaba, ambos sentían la necesidad de estar juntos al menos un rato los dos, decidieron tener una relación a “fin pre fijado”, mientras él estuviera ahí, por lo que tendrían dos semanas para recordar lo que alguna vez fueron como pareja en un pasado, y que tanto ellos como todos los que los conocían sabían perfectamente que era algo inconcluso entre ambos.

El miércoles el le escribió temprano a David para invitarlo a comer un asado, claro que iría, casi al mismo tiempo le llegaba a su novia un mensaje de Lucia con la misma intención. David y su novia se miraron, aun estaban en la cama y entendieron de inmediato lo que estaba pasando, la chispa no se había apagado y de pronto se había encendido un fuego, fuego con el que harían el asado.
David fue con el auto a buscar a su amigo, no tuvo opción tenía que ir al asiento trasero, “vamos por lo Lu” fue lo que dijo ni bien abrió la puerta y antes de poner un pie adentro del auto. “Deja Vu”, dijo la novia de David “¿Qué se traen entre manos ustedes dos par de zorros?”, termino la frase el mismo David, pero Enzo no respondió, les dijo que se apuraran a seguir así prendían temprano el fuego. Pasaron por la casa de Lucia, y después siguieron viaje hacia el parque, pasaron antes por el supermercado a comprar todo, para terminar en aquel lugar que tantas veces los vio reunirse a los cuatros en otros tiempos.
Mientras Enzo hacia el asado, Lucia le alcanzaba siempre algo para tomar, mientras que David y su novia hacían el resto como, la ensalada ella y molestar mucho el. Pero David no era ningún tonto, se quedo mirando a su amigo, sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien, el tenia su novia en otro lado a muchos kilómetros de distancia e ignorante de toda la situación. Pero en contrapartida ni su amigo ni Lucia habían estado tan felices desde que terminaron hacia ya tanto tiempo, también sabía que él era el principal cómplice de lo que estaba pasando. No sabía que le estaba diciendo Enzo a Luz respecto a lo que estaba haciendo ahí pero era claro que no le habría nombrado a Lucia, en cambio ella sabía que eso no era algo real, o algo que duraría pero si sabía que lo tenía ahí y quería disfrutarlo al máximo.
El miércoles no cambio anda estuvieron hasta tarde en el parque hablando de dos millones de cosas, dejaban divagar sus mentes con cosas que les había pasado, en un poco más de un año que la vida los había separado especialmente a Enzo que estaba más lejos que los demás, muchas cosas les había pasado, muchas veces necesitaron de sus amigos, y estaban en una especie de confesionario, un circulo de confianza, o simplemente una charla entre grandes amigos.
Cuando llegando la tardecita, esa hora que el sol empieza a ocultarse, todos salieron para su casa cambiarse, darse un baño, refrescarse, para juntarse e ir a cenar mas caída la noche.
Enzo se bajo con Lucia, ella estaba sola en casa, por lo que no tuvo ningún problema que el entrara sin que callera en un interrogatorio casi policiaco.
Simplemente se tiraron en el sillón, se abrazaron y no dijeron una palabra, casi que se quedaron dormidos abrazados, habían recuperado algo que hacía mucho tiempo habían tenido. Hasta ese momento no tuvieron real dimensión de lo que se extrañaban uno al otro, ella estaría sola por unos días, así que lo invito a quedarse, el no se negó, no tuvo intenciones de hacerlo, iría mas tarde a bañarse a su casa, pero en ese momento no pudo pensar, no pudo reaccionar, el momento en el que ella lo invito, detrás estaba la luz de su habitación prendida, el se quedo paralizado, la luz hacia que su pelo brillase de una manera de que nunca lo había notado, estaba totalmente perplejo por la belleza de ella, no sabía lo que le había pasado, pero esa morocha de ojos marrones que alguna vez lo enamoro, aun lo mantenía hechizado, con esa mirada totalmente expresiva, llena de vida, esa sonrisa que lo hacía mover montañas para verla siempre, un frio corrió por su espalda, una sensación que pocas veces había sentido, fue quizás el día que la conoció, o cuando logro sacarle el primer beso, quizás tal vez el momento en que el la vio de nuevo, pero esa sensación era aun más intensa que todas juntas, se volvió a enamorar de una manera increíble de su ex novia y actual amante, estaba tan seguro como lo estuvo alguna vez de que ella era la mujer de su vida.

El viernes salieron con toda la barra para la playa, el ambiente era distinto, Enzo y Lucia compartían carpa, pero nadie parecía sospechar mucho, pasaban todas las noches de fogata en la playa, David toco un cancionero interminable, con mucha improvisación. Todos cantaban o hacían el intento, no paraba de reír y divertirse. El domingo cuando fue momento de levantar campamento, Enzo le dijo a Lucia de quedarse, pero ella dijo que prefería un lugar más tranquilo, el conocía un lugar, donde con David habían acampado hacía muchos años y le dijo a su amigo que los llevara. Si él no podía volver a buscarlos ellos tendría que caminar un poco, pero no les importaba.
En ese camping no iba tanta gente, generalmente gente mayor que buscaba descansar y estar tranquila y las probabilidades de encontrar a alguien conocido eran muy remotas. Pensaban quedarse ahí un par de días más, ambos necesitaban ese tiempo, no sería suficiente para recuperar el perdido, no alcanzaría para llenar expectativas futuras, pero era justo lo que necesitaban.
La primera tarde, mientras el sol comenzaba a ocultarse ambos caminaban por la orilla del agua, cuando se quedaron parados contemplando el anochecer, como el sol se ocultaba en el horizonte y se reflejaba en el agua, él la abrazo por detrás y el tiempo se detuvo, de pronto otra vez el mundo fueron ellos dos, no hubo sonidos, ni imágenes, todo lo que no fuera uno o el otro era borroso, ella simplemente cerró los ojos y se dejo llevar, se sintió protegida, que nada la podía tocar, mientras él podía sentir su aroma, su suave piel, que le hechizaba por completo, se quedaron así por mucho tiempo y lo repitieron todos los días mientras estuvieron ahí.