sábado, 29 de mayo de 2010

CAPITULO 1 "PERDÓN Y GRACIAS, ALGO SE ROMPIÓ"

“Ni lo tomo ni lo tiro, solo te lo agradezco, perdón si por mi culpa cambio algo en vos, no me di cuenta cuando fue que sucedió, perdón y gracias”.

Fue lo que le dijo Lucia a Enzo justo antes de dejarlo y que el quedara de rodillas, con el corazón roto, la mirada perdida y preguntándose qué le había pasado.

Mientras Lucia caminaba y se perdía en la oscuridad de las pocas iluminadas calles de la ciudad, Enzo seguía ahí, sin sentido, ya se había sentado en un muro, no tenía fuerzas ni para seguirla, ni para correr en la dirección contraria. Sentía que su mundo se había terminado otra vez, a medida que pasaban los minutos, el seguía sentado mirando el piso y sin sentido.

Pasaban las horas solo ella ocupaba sus pensamientos, no podía ver nada a través de sus ojos vidriosos a punto de romper en lagrimas. Mientras ella aunque no estaba feliz de la decisión que había tomado, pero en ese momento creía que era la correcta, llego a su casa y se tumbo en la cama a llorar.

El llamo a su amigo David y lo invito a tomar una cerveza, de inmediato este supo que algo no andaba bien por el tono de voz, y porque siempre que estaba mal, hacia lo mismo, por eso no dudo en salir en su moto, pasar a buscar a su amigo, por esa esquina donde estaba sentado y seguir camino hacia el parador a compara unas cervezas, pero la angustia de Enzo era más que evidente, especialmente por como tomaba las cervezas una tras otra sin detenerse y sin que se le fuera esa cara de dolor que tenia. Para David era evidente que algo andaba mal con su amigo pero no quería preguntar, sabía que este no contestaría ninguna pregunta y que hablaría solo si lo necesitaba o quería, la experiencia lo había llevado a conocer mucho a su amigo.

Simplemente en un momento Enzo comenzó a caminar con una cara totalmente inexpresiva, con la cabeza gacha y las manos en los bolsillo, simplemente no tenía nada para ofrecer en ese momento, camino mucho esa noche, no fue directo a su casa, sino que camino y camino tratando de dejar atrás su pena pero no le era posible para nada le era posible dejar atrás su pena, esta le hacia una marcación personal, no lo dejaba tranquilo. Simplemente se sentó en un muro después de pasar por una estación de servicio a comprar cigarrillos, y tomo el primero no antes de dar vuelta uno, para fumarlo al final como era su ritual. Justo al momento de encender el primar cigarro recordó que hacía mucho tiempo que no fumaba, dado que le había prometido a Lucia dejarlo.

Simplemente, fumo ese cigarrillo, pensando en ella, el dolor seguía, pero parecía no querer matarlo en aquel momento, más bien le producía una especie de nostalgia de los buenos momentos.

Justo en ese momento llega su amigo David y se sienta a su lado sin decir palabra alguna.

- volviste a fumar boludo, le dijo David a su amigo

- Lucia me dejo ¿qué sentido tiene todo ahora?, replico Enzo, ¿te acordás de cuando la conocí?, siguió diciendo

- como olvidarme boludo, no hablabas de otra cosa que no fuera de ella. Respondió su amigo.

Enzo se hechó para atrás, miro el cielo estrellado, cerró los ojos, trato de recordar aquel momento en el que vio a Lucia por primera vez.

No había podido olvidarla en ningún momento, esa imagen se había grabado a fuego en su memoria, todavía recordaba aquella tarde en que caminando por la calle la vio pasar en moto con una amiga, y desde ese preciso momento supo que era a ella a quien quería y con quien quería estar, a pesar de que no era su apariencia física lo que lo enamoraría de ella.

El había pasado los últimos días con su imagen de esa chica que lo hizo voltear la cabeza, hasta que la vio saludar a su amigo David, eso era una oportunidad que no podía desaprovechar, en los siguientes días logro hacerse amigo de ella a través de su amigo que los presento, y en una conversación inocente un domingo a la tarde tomando mate, fue cuando Enzo sin darse cuenta le pregunto a Lucia cual era su mayor miedo, y como se estaban haciendo muy buenos amigos ella no dudo ni un segundo en contestarle, fue ahí que él se dio cuenta de que no era una más del montón y que definitivamente tenía algo especial.

-Todavía me acuerdo de aquel día que los presente, le dijo David a Enzo, y lo trajo a tierra de esa nube de recuerdos en que estaba y continúo diciendo. Ni me imaginaba que pudieran andar ustedes, la habías hecho bien. Cuando termino la frase abrazo a su amigo indicándole además de consolarlo que era momento de salir de ahí, se subieron a la moto de David y salieron camino a ninguna parte, era momento de despejarse un poco. Dieron vueltas un par de horas, después volvieron al parador, que estaban otros amigos, ambos acordaron no mencionar el tema de Lucia, principalmente David quería que su amigo se despejara un poco por esa noche.

Mientras Lucia estaba en su casa en un estado de absoluta apatía, miro su celular y empezó a mirar los mensajes que tenia guardados, aquellos que Enzo le había escrito cuando recién se conocieron, cuando él hacia todo tipo de cosas ingeniosas para llamar su atención. Empezó a leer aquellos primeros mensajes, donde el insistentemente la invitaba a salir, y aquellos donde él le hacía chistes sin sentido, solo para lograr tener alguna respuesta.

En todo eso sonó su celular con aquella melodía que ambos habían elegido, era un mensaje de David, preguntando las razones de porque su amigo estaba al borde del colapso, ella no sabía que contestarle hacia que respondió, con un “necesito tiempo para pensar algunas cosas”, y después apago el teléfono, para poder aislarse en sí misma. Ella estaba dolida también, pero segura que era lo mejor y que no podía seguir con esa relación.

Unos dos o tres días después, se volvieron a cruzar, el iba caminando y ella salía de su trabajo, no hubo palabras, el quedo paralizado, se detuvo el tiempo, no podía pensar ni actuar, se la quedo mirando, inexpresivo, si hubiera querido decir algo no habría podido, cada musculo de su cuerpo estaba completamente paralizado inmóvil. Ella lo miro le dio un beso y siguió, en ese momento tampoco podía decir mucho.

El demoro en darse cuenta de lo que le había pasado, se dio vuelta y la miro, no dejo de hacerlo hasta que ella se perdió en la vuelta de una esquina. Después pareció darse cuenta de que tenía camino que seguir, pero también sabía que ya no podía seguir ahí. No era un día lindo, precisamente todo lo contrario, mientras el caminaba empezaron a caer las primeras gotas y en pocos segundos se descolgó un increíble chaparrón, una lluvia cerrada en la cual apenas se podía ver unos pocos metros y él se detuvo de golpe, como si algo lo hubiera frenado, estaba parado en la misma esquina en que Lucia lo había dejado, volvió a sentarse en ese muro y sintiéndose totalmente desolado, se quedo mojándose, para que el agua tapara sus lagrimas, era su corazón que estaba roto y le dolía.

Lucia pudo sentir que algo andaba mal en el, tuvo la intención de llamarlo al celular o al menos mandarle un mensaje, pero no sabía que decir, que hacer, y simplemente no hizo nada, podía estar arrepentida, o no, pero cuando vio a Enzo vio en sus muy expresivos ojos el dolor que este estaba sintiendo, sabía exactamente que él no podría superarlo fácilmente. Se fue directo a su habitación, sentía una gran impotencia, no sabía qué hacer, ni con respecto a él, ni con respecto a ella, solo se quedo tirada en la cama otra vez. Mientras él seguía sentado en esa esquina ya la lluvia se había calmado pero sentía algo que le molestaba, algo que no lo dejaba estar tranquilo, algo que le quería hacer golpear todo lo que se le cruzaba, lo único que le daba vueltas en la cabeza, era tratar de encontrar una respuesta a lo que había pasado, su relación con Lucia no estaba siendo perfecta, nunca lo fue, pero siempre habían hecho que funcionara, quizás sería sus planes futuros, o que él estaba totalmente dispuesto a cambiarlos para estar con ella, y si había algo que no soportaba ella era recibir tanta atención.

Mientras creía creer que esto último podía ser la razón, se acordó aquella noche que se fueron del pub juntos por primera vez. Una sonrisa se esbozo en su rostro, no podía evitar sonreír ante la sensación que le producía aquel grato recuerdo. Estaba juntos por primera vez una noche en el mismo lugar como amigos, junto a muchos amigos mas, el ya se le había declarado, pero en aquel momento ella prefería una amistad entre ellos dos. El insistía en comprarle algo para tomar, pero ella lo rechazaba, fue insistente, y al final terminaron juntos la noche. Fue aquella noche que él le demostró cuan insistente podía llegar a ser cuando quería lograr algo que él quería, y ella demostró su manera de ser, la cual no le gustaba recibir demasiada atención.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial.... muy bueno... ya quiero leer el segundo cap.. me dejo con la intriga,, será que casi me llego a identificar con la historia?? se sabe.. TE AMO coquito..
obvio Kro:P jejejeje