martes, 10 de abril de 2012

CAPITULO 16- RECUERDOS PENDIENTES


David había trabajado mucho en los últimos 6 meses, Enzo estaba muy en lo suyo.  Se había acostumbrado a su vida de casado, por lo que para festejar el primer aniversario organizo un viaje sorpresa para él y para Vic, a la playa por dos semanas.

Ella pensaba cuando llegaron que irían a una cabaña pero Enzo la sorprendió llevándola a un lindo hotel, muy pintoresco. La atendió como una reina consintiéndola en todo lo que podía.
En prendió su celular recién en su viaje de vuelta, sabía que su amigo tenía que terminar ese disco en el que estaba trabajando. Le llega un mensaje avisando de que el disco estaba listo, que  ya tenía fecha de lanzamiento, pero iba a hacer una fiesta en una estancia, propiedad del padre de uno de los integrantes de la banda. Como era un lugar turístico, había una pequeña posada y se quedarían todo el fin de semana.
La pareja llego y en el par de días que le quedaban sobre todo a Vic quien tenía que volver a trabajar, mientras que Enzo como era su propio jefe podía volver cuando quisiera, ya que además confía mucho en quien quedaba a cargo del  local.

Estaban Enzo y Vic tirados en el sillón mirando televisión cuando llego David a invitarlos a la fiesta, obviamente la visita de 5 minutos no fue tal, Vic busco unos vasos para tomar algo mientras hablaban muchas cosas. Llegado el fin de semana Vic decidió no ir porque volverían tarde el domingo y ella tenía que trabajar el lunes a la mañana, por lo que Enzo iría solo.
Enzo salió temprano para la fiesta, puso un par de cosas en su mochila, se despidió de Vic, bajo hasta el estacionamiento del edificio, cuando iba llegando a su auto, sonó el teléfono, era Gabi, necesitaba que antes de irse a la estancia pasar por el aeropuerto a buscar a Lucia, ya que ella no podía hacerlo y esta no tenia como llegar.
Enzo tranquilizo a la esposa de su amigo. Iba conduciendo por la ciudad, escuchando el disco de su amigo,  cuando se quedo pensando en los momentos que habían vivido juntos siendo adolescentes, cuando empezaban las aventuras de sus vidas, la música, las salidas, las fiestas, los planes y por supuesto Gabi y Lucia, ellas dos habían alterado la vida de ambos. David la había hecho simple, se enamoro de Gabi, la conquisto y se caso con ella, mientras que él y Lucia tenían una historia digna de ser contada en un libro, también recordaba todas las idas y vueltas que  tuvo el con ella, como siempre fue ella más importante que la distancia que los mantuviera separados.

Mientras tanto Lucia llego al aeropuerto, después de hacer los trámites correspondientes, salió para la zona de espera, ya lo conocía de su viaje anterior, su amiga había quedado de ir a buscarla pero extrañamente no estaba, no se preocupo demasiado y aprovecho el tiempo para recorrer un poco y quizás comprarse algo en una de las tiendas que había. Después de estar un buen rato, le mando un mensaje a su amiga, y la respuesta fue muy elocuente, “me olvide de avisarte, yo no voy pero pasan en un rato por vos”. Quizás supuso que sería Enzo quien la vendría a buscar, pero no estaba segura, por lo que se sentó lo más cerca de la puerta posible.

Casi por inercia Enzo manejo hasta el aeropuerto, estaciono y cuando entro, estaba  Lucia sentada esperando que la fuera a buscar, cuando lo vio, sonrió y le dijo a Enzo “siempre vos apareciendo”, Enzo se rio, la saludo, tomo su bolso y salieron caminando hacia el auto, charlaron de todo tipo de cosas, él le conto de su viaje, y de cómo le estaba  yendo.
Tuvieron la conversación más banal que habían tenido jamás. Habían pasado tanto tiempo evitándose que se había terminado convirtiéndose en amigos, era la primera vez  desde que habían tenido esa escapada a la playa, que estaban totalmente solos y ninguno de los dos intentaba nada.

Llegaron temprano a la estancia Gabi los estaba esperándolos,  los recibió, le indico a Enzo donde estaba la habitación en la cual él se quedaría, mientras que ella se fue con Lucia. El se quedo admirando el lugar mientras ellas dos se alejaban, saludo a uno de los chicos que estaba por ahí, con su simpatía característica y se fue a su habitación.
Abrió la puerta de su habitación, y encontró un lugar pintoresco y acogedor, solo había una mesa de luz al lado de la cama y sobre ella un control remoto, el del aire acondicionado, que no pensaba usar, un mini bar, que estaba lleno, en el baño hasta las toallas tenían bordado el nombre de la posada, desde la ventana tenia vista a un viñedo, que era la principal atracción del lugar, que ese fin de semana estaba cerrado para esa celebración privada.

Enzo estaba con David y otros amigos conversando y tomando algo, cuando aparecieron Gabi y Lucia. En un momento, quedaron solos Enzo, Lucia y El guitarrista de la banda, los tres se estaban divirtiendo, sobre todo por las bromas del último, que era un tipo espontaneo, con un gran sentido del humor.
Cuando la banda se puso a tocar Enzo y Lucia quedaron solo un par de minutos, antes de que llegara Gabi. Enzo se arrimo disimuladamente para decirle a Lucia algo que le estaba dando vueltas en la cabeza desde hacía un buen rato.
-          Estas hermosa hoy, le dijo, tomándola por sorpresa
-          Gracias, a ver si consigo algo esta noche. Respondió ella entre risas
-          En serio, estoy casado ahora, pero sabes que por vos rompo cualquier código. Sentencio el

Fue terminar de decir eso y apareció Gabi ignorante de esa conversación. Ambos hicieron como si nada hubiera pasado, siguieron mirando la banda, comentando, los tres distintas cosas, mientras Enzo se les alejaba a las chicas de a poco  disimuladamente.

Enzo estaba mirando la banda, con Lucia y Gabi, cuando empezaron a tocar una balada, era la misma que había escuchado Enzo en la tarde cuando le había entrado la nostalgia de las viejas aventuras. Los tres que eran los únicos que conocían la historia detrás de esa canción, que era sumamente emocional, se miraron sabiendo lo que significaba para ellos.
Lucia quedo como un estado de suspensión por un momento, se quedo mirando a Enzo, recordó tantas cosas que habían pasado juntos y estaban ahí, tan cerca físicamente y tan alejados emocionalmente, hasta un punto se lamentaba en lo que había terminado la relación, como ese joven simpático, divertido, romántico, a veces descarado, a veces con muy mal humor pero siempre soñador, luchador, pero sobre todo dispuesto a dar la vida por esas personas a las que él quiere y aprecia en su vida, ahí estaba el convertido en un hombre, que se supero a sí mismo, un empresario, respetado y hasta admirado por algunas personas y casado, pero con otra, no pudo evitar sentir celos, celos de no ser ella quien tuviera el otro anillo.
Mientras ella tenía esos recuerdos y pensamientos, el solo se quedo mirándola, con ese vestido que se veía tan sensual, parecía una modelo, como estaba vestida, cuanta clase, cuanta clase tenía esa adolescente que lo había enamorado, que le había roto el corazón, le había dado las fuerzas para seguir luchando, le había dado esperanza, era la misma pero ya no era una adolescente, era toda una mujer, una hermosa y deslumbrante mujer que el todavía amaba, pero ya las cosas habían cambiado demasiado y no podrían volver a ser lo que eran por más que lo desearan ambos.

Más tarde estaban conversando todos, tomando y comineando de todo, Enzo en un momento, se paro, se excuso con su amigo diciéndole que estaba cansado y se fue a su habitación.  Salió caminando, tranquilamente sin que nadie se diera cuenta. Dio vuelta a la posada, donde las luces no contaminaban el cielo y pudo aprovechar, para tomarse unos minutos, mirar las estrellas, respirar hondo y seguir hacia su habitación. Lucia que si había notado que él estaba saliendo, lo siguió muy disimuladamente, no quería que el notara que ella lo estaba siguiendo, no quería sorprenderlo antes de que este entrara a su habitación.

Enzo llego a su habitación, se sentó en la cama, se descalzo y se dejo caer sobre la cama, apenas cerraba los ojos, sintió que golpeaban la puerta, se levanto como  estaba, descalzo y con la camisa desprendida, era Lucia, ella lo miro a los ojos, tenía esa mirada tan decidida que él podía notar en ella, simplemente lo dijo, “vos y yo tenemos un tema pendiente”

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