jueves, 22 de julio de 2010

CAPITULO 5 (EL RECORRE CAMINOS)

Enzo sabia que el viaje era largo, estaba preparado, tenia una valija llena de ropa y cosas que necesitaba para comenzar una vida, y otra llena de sueños e ilusiones.

Era un viaje que ya había hecho, sabia que por el siguiente día y medio estaría arriba de un bus viajando, horas y horas, pero sabia también que ese viaje valía la pena. Ahora conocía su destino, y estaba muy ansioso.

Se levanto temprano el jueves, siete y media tenia que tomar un bus, hasta la capital para allí cambiar y salir para su destino.

Lo acompañaron a tomar a la terminal, sus padres no sabían cuando lo verían de nuevo y querían despedirse de el, lo estaba dejando volar, y bien alto era el objetivo que se había trazado pero tampoco estaba tan lejos para cumplirlo.

El Bus salió como siempre tarde, Enzo se acomodo, en el ultimo asiento como a el le gustaba, conecto los auriculares y se puso a dormir, le esperaba un viaje de tres horas. Durmió la mayor parte del viaje, estaba muy cansado, además se había levantado temprano. Dormir, leer, comer y mirar por la ventana del bus, seria lo que le esperaba para la rutina del próximo día y medio que tenia por delante.

Llego a la capital, tenia que esperar una hora y media para esperar a que saliera el próximo bus, no esperaba estar acompañando, así que se acomodo en una silla con todos sus bolsos. Cuando se disponía a tomar el primer mate de la mañana, vio que se acercaba Lucia, acompañada de un chico. Los ojos de Enzo alcanzaron dimensiones dignas de el Libro Güines de los Records, le causo una verdadera sorpresa, no sabia de quien se trataba el acompañante de ella.

Cuando se acercaron ella se apresuro a saludarlo y presentarle a su acompañante, era un compañero de clase con el que estaba comenzando una relación. El chico al ver el mate, se ofreció a comprar algo para comer, y fue al kiosco, dejando solos a Enzo y a Lucia.

-¿Cómo te sentís con el?, fue lo que le pregunto Enzo inmediatamente se alejo.

- Bien es re bueno y considerado, igual es distinto a lo que teníamos nosotros. Fue la respuesta de ella.

La charla siguió, en ese tono, lo que mas lo preocupaba era el bienestar de ella, “quiero que estés bien cuidada ahora que voy a estar lejos”, fue casi lo ultimo, que le dijo antes de que el chico regresara.

La confianza que se tenían era la suficiente, para haber superado el haber tenido una relación entre ellos dos. Y ambos sabiendo que el otro aun tenia sentimientos, respetaban y apoyaban en todo, era una extraña amistad apoyada en sentimientos, mas fuerte que los que tenían los amigos, y que solo ellos estaban logrando que funcionara así.

Enzo se despidió de Lucia y de su amigo, se subió al bus, se acomodo en el asiento numero 19, se sentó en su asiento, acomodo sus auriculares, dejo su mochila en los espacios superiores y la matera entre sus piernas, desde la ventanilla podía ver a Lucia, no dejaban de mirarse fijamente, seria tal vez la ultima vez que se vieran las caras directamente en mucho tiempo. A medida que el bus iba saliendo de su anden y tomando el camino, unas lagrimas comenzaron a caer casi simultáneamente entre ellos. A pesar de que ella había ido a despedirlo con su novio, le regalo un ultimo te amo para siempre, pero además había querido demostrarle otra vez una lección, esa que le venia enseñando desde el día que rompieron, que el tenia que sobreponerse a todo a pesar de todo, que cada uno tenia un destino, sueños y objetivos en sus vidas, aunque estas se habían cruzado en algún momento, fueron casi dos años absolutamente maravillosos para ambos, era momento de separarse, abrir las alas y volar cada uno para su ruta, las cuales estaba muy lejos unas de otras. Pero ninguno de los dos sabía lo que le deparaba el destino, no sabían si esas rutas se volverían a juntar un día, a separarse mas aun, se acercarían o se cruzarían una y otra vez, pero nunca llegarían a ser una solo, como en un momento creyeron. Enzo había tratado de dibujar su camino muy junto a de Lucia, pero ella, no quería un pequeño camino, junto a su autopista, sino prefería ver a pesar de su mayor dolor una autopista quizás aun mas grande que había sido comenzada a construir y no podía quedar sin terminar.

Durante mas de una hora no pararon de llegarle mensajes a Enzo, eran sus amigos y familia, pero la mitad de ellos eran de Lucia. Ella no quería dejarlo solo en su camino, quería mantener el contacto permanente con el, después de todo había sido quizás el hombre mas importante de su vida, quien la había acompañado en el cambio de adolescente a mujer joven, la cuido, protegió, aconsejo y estuvo dispuesto a dejarlo todo por ella. Pero fue su orgullo y el saber cuanto estaba resignado lo que la impulsaron a casi obligarlo a seguir su camino.

El viaje era muy largo el lo sabia, ya lo había hecho una vez, así que no tenia que preocuparse por otra cosa que no fuera ponerse cómodo en su asiento para viajar. A los casi cincuenta kilómetros de viaje, se durmió impulsado por la monotonía del viaje.

A unos kilómetros de cruzar la frontera se despertó, camino un poco, y se puso a sacar algunas fotos, hasta que el bus se detuvo, en la aduana antes de cruzar el puente para hacer todos lo tramites relativos a migración.

Esos eran detalles que a Enzo no le importaban, le quedaba más de medio día de viaje, toda la noche para llegar al mediodía. Así que se fue al free shop a comprar algo para el viaje, daba vueltas mirando todo, sabiendo que solo compraría algo de beber, un poco de comida y como para pasar el viaje también un cartón de cigarros, de los cuales prendió el primero ni bien salio de ahí.

Mientras fumaba se le acerco otro muchacho que viajaba en el mismo bus con el, le pidió fuego, y se pusieron a charlar, de todo un poco, le comento que era un publicista, que iba de pasada para la misma ciudad que el. Como los tramites demoraron mas de una hora, la charla se extendió durante lo que duraron los muy engorrosos tramites migratorios.

Ya en el bus y amuchas horas de haber cursado el puente, de noche pararon a cenar en una Parador de ruta, mientras la mayoría cenaba, el se quedo afuera, con esa fascinación que había tenido de niño de sentarse en la ruta a mirar el trafico nocturno, que por alguna extraña he inexplicable razón lo atraía y atrapaba tanto. Se sentó mirando el show de luces, y la inmensa gasolinera que estaba al otro lado de la ruta que servia como parada de camiones, los cuales no paraban de ir y venir en todas direcciones. Con el celular en su mano evaluaba una y otra vez , porque debía o no llamar a Lucia, lo que finalmente hizo y estuvieron hablando por mas de una hora, hasta que Enzo recodo que necesitaba el crédito para el resto del viaje. Después de que colgó, prendió su luz sobre el asiento y empezó a leer, necesitaba cansar la vista para quedarse dormido lo antes posible lo cansaba mucho ese viaje tan largo y en la noche había muy poco para ver. A la media noche, llego la mitad del viaje, se despertó mientras cruzaban un puente llegando a una de las ciudades mas importantes, se lleno el bus en la Terminal, subió mucha gente, en lo que el no perdió oportunidad en sociabilizar casi inmediatamente, mientras esperaban que sirvieran las bandejas con la cena, saliendo de la ciudad.

A la mañana las primeras luces del sol lo despertaron, aunque el día no era de lo mas prometedor, el se quedo junto a la ventana casi dejando que el tiempo pasara. Tenia la mirada perdida hacia afuera, su mente estaba totalmente aislada de su cuerpo y aunque veía como una película la imagen del exterior, su mente estaba a cientos de kilómetros de distancia, no podía dejar de pensar en Lucia, en David, su amigo, en su familia, todo eso que había dejado atrás, pero tampoco dejaba de pensar en lo que se venia en sus proyectos en su vida, en las esperanzas que tenia para ese viaje, estaba dejando divagar su mente, se estaba permitiendo soñar, pero con los pies en la tierra.

Ese viaje se hacia casi interminable, la innumerable cantidad de paradas que hicieron durante la mañana hacían del viaje muy largo, parecía eterno en algunos momentos.

Enzo tenia poca paciencia a pesar de estar acostumbrado a viajar, pero la impuntualidad era algo que podía mas que el, sabiendo ya que no iban a llegar en hora, y por mas que no tenia que presentarse en ningún lado ese día, eso bastaba para que se pusiera de muy mal humor.

Un par de llamadas para pasar el tiempo, David y Lucia fueron los primeros y los mas llamados, aunque también ellos llamaban a Enzo. El viaje se había hecho mucho mas largo de lo esperado, faltando 200 kilómetros para llegar el bus ya llevaba dos horas de retraso y parecía que iban a ser mas aun .

Parando en una ciudad, iban a tener un tiempo, así que Enzo se bajo, para estirar un poco las piernas y comprar algo para comer, también se compro una revista en el kiosco como para ir pasando el tiempo, los deportes son un tema fácil y entretenido para leer en los viajes, su libro no le había alcanzado, se lo había terminado muy pronto.

Ni bien llego a la terminal, salió a buscar un taxi, que alojarse rápido era la premisa. A tenia un hotel barato en vista, que ya había conocido. Tenia dos días para presentarse en su trabajo, y uno para conseguir al menos una pensión.

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