Hoy tuve un sueño, y no estabas tú, era sobre ti. Fue un sueño tan real, donde nosotros teníamos una vida juntos, felices y triunfadores. Cuando desperté me sentí mal porque solo era un sueño, pero a pesar de eso, no pude dejar de pensar en ese sueño, y al ver tu foto me pregunte a mi mismo, porque no hacerlo realidad.
No es una mala idea así que acá estoy dando el primer paso para hacerlo realidad a mi sueño, pero no quiero que sea mi sueño, quiero que sea nuestro sueño, que ambos tengamos sueños en común para cumplirlos juntos.
Otra vez me pasa lo mismo, por más que intento escribir la frase más bonita del mundo, todas las letras juntas no pueden superar la belleza de tu nombre, y de la inmensa felicidad que tu me provocas.
Serán muchos los malos momentos que tengamos pero yo me quedo también con ellos, porque no son los que salen en las fotos, pero son los que nos llevaran de una a la otra, y son los buenos momentos los que quedan en las fotos, son esos los que queremos recordar, crearlos y recordarlos juntos.
Pero nada de lo que diga tiene sentido, si no puedo respaldar mis palabras, yo se que tienes sueños, y sobre todo quiero verte feliz triunfando en lo vos quieras.
A veces ni yo se de lo que estoy hablando, pero es que cuando te escribo a ti nada tiene sentido para mi, desde aquel día que apareciste irrumpiste en vida sin querer, pero me cambiaste hasta la manera de ver el mundo, tu personalidad me avasallo, me dejo perplejo, sin reacción, y pensando que había pasado. A cada minuto que hablaba con vos, me fui dando cuenta, que eras vos, la mujer que estaba esperando hace tanto tiempo, solo puedo decir que es una suerte que tengo de que mi vida se halla cruzado con la tuya, y que de ahora en más nuestros tan distantes y separados caminos se puedan cruzar, para hacer uno más grande y poderoso aun.
