Cada gota en esta tormenta me hace pensar en ti, en lo que pudo haber sido y no fue, en lo que debió haber pasado y lo dejamos pasar. Porque cuando tuvimos las oportunidades, las ignoramos, y quisimos seguir caminos separados
¿Por qué dejamos que nuestros orgullos ganaran? Cada día me pregunto una y otra vez, si esta distancia que nos separa algún día se acortara. Si ese día llegara o nos alejara aun más, porque cada día que pasa es para mi cada vez más eterno, porque en estas noches largas y solitarias, el recuerdo de tu compañía se hace cada vez más y más fuerte. Porque el dejarte ir fue el peor que cometí, el no pelear por ti fue la mayor estupidez de mi vida.
No sé que pansas, si pansas lo mismo que yo o algo totalmente diferente, pero aun recuerdo tu mirada, tu sonrisa o tu cabello al viento, tu cara cuando algo te preocupaba o la incomparable expresión que tenia tu rostro cuando estabas feliz. Aún no se porque pasan estas cosas, porque dejamos que la distancia no separara, y porque el tiempo ha hecho aun más larga esa distancia, no quedan dudas de que cada vez es más y más larga esa distancia, más y más fuerte ese recuerdo, y en las noches de lluvia ese recuerdo se vuelve aun más doloroso, el pensar en ti se puede hacer casi insoportable a veces.
Quien sabe que jugada maestra nos habrá preparado el arquitecto del destino, si volveremos a vernos, si volveremos a estar juntos, o si estaremos separados para siempre, si cada uno tomara su camino, par ser feliz por su lado, o infeliz por cuenta propia.
Yo solo espero el día que pueda volver a mirarte a los ojos, para poder decirte cuanto te quise, cuanto te quiero, y cuanto más aún te querré
