martes, 6 de julio de 2010

CAPITULO 4 "UNA DESPEDIDA PARA EMPEZAR"

El domingo fue totalmente nulo para Enzo, entre la resaca que tenia, y la fuerte lluvia, lo que no lo paso durmiendo lo paso tirado en el sillón mirando televisión. Para el lunes tenía todo más claro, sabía que tenía que organizarse, y a pesar de haber terminado con el amor de su vida, de lo que no tenía ninguna duda, estaba mejor. Volvió a trabajar, paso por la panadería a comprar algo para desayunar. Estaba seguro que tenía que volver a empezar, la conversación con Lucia el sábado a la noche le había servido para acomodar las piezas, y ponerle un punto final a la relación, terminarla de la mejor manera, quedaron en no perder contacto y seguir con una amistad, pasara lo que pasara.

Después de su jornada laboral, cansado Enzo en su casa se puso a aprontar el mate, mientras calentaba el agua, se sentó en la computadora, ordenando cosas, encontró una carpeta de fotos, eran de antes de conocer a Lucia, quizás uno de los momentos más importantes de su vida antes de ella.

Eran las fotos de aquel viaje, aquellas 25 horas de viaje solo, y sin música, por un lugar que no conocía para llegar a esa ciudad al pie de la cordillera de Los Andes, aquella ciudad que lo deslumbro, y por primera vez se había sentido en casa, recordaba el momento que sintió que había encontrado “su lugar en el mundo”. Quizás a eso se refería Lucia cuando le hablaba de que tenía que volver a retomar sus sueños.

Muchos meces antes de conocerla Enzo había viajado de vacaciones, a conocer una amiga que había hecho por internet, pero aquel viaje fue más que eso, recuerda como se había sentido, el lugar era hermoso, la ciudad fantástica, la gente maravillosa, pero lo que más le gustaba recordar era aquel marco de una ciudad a los pies de la cordillera. El levantarse, abrir la ventana y ver esa majestuosa cordillera dibujando su horizonte, era algo que valía todo. Incluso intento dejarlo todo y quedarse a vivir allí, empezar de cero en ese lugar, pero muchas circunstancias hicieron que tuviera que volver, eso no lo destruyó del todo, pero lo afecto mucho.

Ahora tenía un objetivo en la vida, fue muy problemático para sí mismo el haber regresado, pero tuvo que superar una leve crisis depresiva, para empezar su viaje. Cuando todo estaba en camino, apareció algo, o alguien que le cambio los planes, fue cuando conoció a Lucia, y le hizo querer olvidarse de sus sueños, o simplemente cambiarlos por otros, ahora lo que más quería era estar con ella para toda la vida. Él le oculto ese viaje y sus sensaciones por mucho tiempo, y no fue por el que se entero ella. Esa omisión le trajo alguna que otra discusión con ella, y en algún punto fue una de las razones que motivaron a Lucia a tomar la decisión de terminar la relación.

Fueron esos recuerdos, y la idea de no soportar verla tan seguido, siendo solamente amigos, que lo llevaron a retomar los planes de viaje que había tenido guardados en el cajón por más de año y medio.

Necesitaba tiempo, despejarse y sobre todo alejarse lo más posible de Lucia, quien era quizás la persona que más lo había marcado. Pero no solo era tiempo lo que necesitaba sino distancia, y era momento de hacer un cambio en su vida, impulsar su carrera que había dejado abandonada, por no creer demasiado en ella.

Pasaron los meses, ya Lucia se había marchado a estudiar en la capital, le estaba costando un poco la adaptación, pero le estaba yendo bien, no perdían el contacto.

El renuncio a su trabajo, tenía ya algún dinero ahorrado, más lo que le correspondía por la renuncia. Con todo ese dinero estaba listo para hacer las valijas, además de vender algunas cosas. Cuando lo económico estaba listo, se puso en contactos con sus amigos, para ir buscando algún lugar para vivir, al menos el primer tiempo hasta que se pudiera ubicar mejor.

Los últimos días, en su ciudad, ya tenía todo listo, papeles de inmigración, ropa, dinero, y todo lo necesario para comenzar una nueva vida, y que pudiera entrar en una valija.

No estaba para nada nostálgico, ni sentía que perdía, al contrario, estaba dando un paso adelante, “nunca se puede ganar en todo, algo hay que ceder a cambio”, era una frase muy común en Enzo, cuando realizaba algún cambio, y perdía algo en el proceso.

Unos días antes, David lo fue a buscar, para dar una vuelta, pero en realidad lo que quería era llevarlo a una fiesta sorpresa, que le habían preparado sus amigos.

- ¿ A dónde vamos?, pregunto Enzo

- A dar una vuelta y después a tomar algo, tenemos que hacer una despedida, te vas del país bldo. Respondió David, mientras ambos subían a la camioneta

No necesito mucho para darse cuenta de lo que su amigo planeaba, aun aunque este nunca le hubiera respondido su pregunta.

No hubo vuelta ninguna, fueron directamente al pub, donde se juntaban siempre, entre todos sus amigos habían preparado una gran parrilla, completa, muy envidiable, y todo tipo de bebidas alcohólicas, dispuestas para festejar., lo que no le costaba nada a ninguno de ellos.

Comieron y tomaron todo lo que encontraron. Con David a la cabeza, llego lo que llamaron la parte sentimental, un pequeño video casero que todos habían armado para despedirse de Enzo y que tuviera una parte de sus amigos con él, de todas las personas importantes para él, solo falto Lucia, ella no quiso estar y al esa altura de la noche tampoco había aparecido, su amiga, no tenía idea de porque no estaba ahí, si le había dicho de que pensaba ir.

Enzo, lo dejo pasar, no quería presionarla, y además ella no estaba obligada a ir, hacia muchos meses ya que habían terminado, si bien seguían en contacto continuo.

Enzo estaba conversando con unos amigos afuera, cuando se acerco Lucia y él se alejo para conversar a solas con ella.

- Hola pensé que no venias. Le dijo Enzo a Lucia mientras le daba un beso

- Casi, pero no me lo podía perder. Respondió ella con una sonrisa

- Buenazo, vamos adentro con el resto, sino te vas a quedar sin comer. Le decía él mientras ponía su mano en la espalda de ella como indicándole el camino.

- Toma, léelo después te lo escribí para vos. Ella le daba un sobre, que el guardo en su bolsillo para leerlo después.

Y juntos entraron con el resto para seguir con los festejos, pareció un dejavu para algunos verlos entrar juntos, a pesar de todo seguían siendo una buena pareja, y ambos habían tenido problemas para poder empezar una relación, de hecho ninguno de los dos había querido, aun teniendo las posibilidades, más que nada en el caso de Lucia.

La fiesta ya estaba terminada, cuando Enzo ya cansado sintió ganas de irse, fue a saludar a su amigo David, quien era el que había organizado todo y seria el ultimo en irse, como era obvio su novia estaba con él, y también Lucia se había quedado para ayudarlos. Después que se despidió de los tres, empezó a caminar suavemente hacia su casa, Lucia lo alcanzo, para acompañarlo un par de cuadras en las que sus caminos coincidían. Aprovecharon para bromear un poco al respecto, en esas pocas cuadras, charlaron de todo lo que pudieron, poniéndose al día más que nada, con la vida que ella estaba llevando en la capital, y lo feliz que estaba de haber empezado su carrera de medicina.

Antes de despedirse, o justo después de darle un beso en la mejilla, ella le soltó casi al oído, un “aún te amo”, quedó prácticamente petrificado, apenas intento balbucear palabra alguna, pero ni siquiera emitió un sonido que pudiera asemejarse a una respuesta, para ella que se dio vuelta y salió cambiando para su casa, no fue necesario, sabía exactamente lo que estaba pasando por la cabeza de él y que no se borraría ese momento por mucho tiempo de la memoria de ambos, sería su último momento juntos, ya que seria quizás la última vez que se veían, o al menos antes de que el viajara.

Mientras ella se alejaba perdiéndose en la oscuridad de las poco iluminadas calles de la ciudad, el se quedo mirándola, el también seguía amándola más que nada en su vida, y no había podido decírselo en la cara, todavía ella tenía la gran capacidad de dejarlo sin palabras, y totalmente paralizado, como el primer día que la conoció.

Se dio vuelta, y salió caminando para su casa que era a una cuadra de esa esquina nada más, lo primero que hizo fue ir al baño, después paso por la cocina, tomo una de las ultimas botellas de agua que le quedaba en la heladera, bebió un sorbo y se la llevó para su habitación, dejo la botella en la mesa de luz, saco una toalla y algo de ropa, para darse una ducha antes de acostarse. La ducha fue más para despejar ideas, que para refrescarse o higienizarse.

Después con la botella en la mano, saco el sobre que le había dado Lucia, el nunca lo había mirado, tenia escrito afuera entre comillas, una frase de la primera carta que él le había escrito “COMO DECIRTELO CON MIS TORPES PALABRAS”, esa era la primera frase de aquella carta que él le había escrito cuando aun trataba de conquistarla, pero la sorpresa estaba adentro, una carta de puño y letra de Lucia, que puso sus mejores palabras para con él.

“Enzo:

Gracias por todo, todo este tiempo juntos, gracias por lo que me has dado. Pienso que es demasiado para alguien como yo, tan común y singular con respecto a las demás personas, sin muchas diferencias con otras minas.

Solo me queda decirte que nunca dejes de luchar por lo que realmente queras y deseas. Porque esa es la simple razón de vivir que todos tenemos. Podemos ser vencidos, derrotados o solo rendirnos porque la corriente es más fuerte que nosotros, pero nunca dejar de luchar. Creo que ese es el mayor símbolo de nuestra personalidad y lo que nos define con claridad.

Continuamente estamos necesitando de personas que nos apoyen en todas nuestras acciones y no solo eso, sino que también nos aconsejan, sabiendo descubrir en nosotros virtudes y defectos. A vos te tengo que agradecer por ser una de esas personas, no solo por el simple hecho de serlo sino de aplicarlo y recordármelo tan a menudo.

Nunca creas que me olvide de vos, es imposible. Haz sido capaz de decirme cosas que ni siquiera yo sabría expresar.

Creo que sea lo que sea, lo que sentís hacia mí ahora, es maravilloso e imposible de valorar en estas pobres y simples palabras.

Aun te sigo amando, con todo mi corazón

GRACIAS

LUCIA”

Termino de leerlo que casi no quedo para hacer nada más, se hecho en la cama, puso un tema de Led Zeppelin, y se quedo esperando dormirse, meditando, sobre su vida hasta ese momento, el y Lucia, y su vida en un futuro inmediato, cuando entre una semana estuviera arribando a otra ciudad, a más de mil kilómetros de donde había crecido, en otro país, pero a pesar de dejarlo todo estaba ansioso.